Holaaa, bienvenid@ a mi blog.
Siempre me ha gustado mucho escribir, y en esta ocasión entre tanto meditar sobre que temas me gustaría plasmar en mi pequeño blog decidí centrarlo en el encuentro que tuve con cáncer, los cambios que provocó en mi y mis familiares desde que me enteré hasta la remisión, las personas geniales que conocí que también padecieron la enfermedad, sus historias, el impacto que causaron en mi y alguno que otro dato que pueda ayudar a las personitas que se encuentran atravesando cáncer.
Mi cáncer fue de tiroides, y para ser honesta no sabía que existía en el cuerpo humano un órgano llamado así y mucho menos sabía cuál es su función. Resulta que la tiroides, a grandes rasgos, se encarga de liberar hormonas que regulan el metabolismo, regulan la temperatura corporal, tiene impacto en la memoria, frecuencia cardíaca y cambios de ánimo como ansiedad y/o depresión. Mide 5 pequeños centímetros y se encarga de todo eso.
Cuando me enteré tenía 27 años, fue en el 2015, en cuánto recibí la noticia en cuestión de segundos vi mi vida dentro de hospitales, en quimios, sin cabello y finalmente muriendo por que el cáncer ganaría la batalla. Si la persona que te da la noticia no tiene tacto o decirte al menos las buenas noticias antes de aventarte la frase: ´´Tienes cáncer´´ , es posible que todo eso pase por tus pensamientos. Literal como en las películas me quedé mirando fijamente a la nada, sin escuchar lo que dijeron después. Normalmente ésta noticia la da algún doctor o personal médico, bueno mi papá si es doctor, solo que es médico radiólogo y el fue quien me dio la noticia, estábamos sentados en su comedor con los papeles de la biopsia en sus manos y su esposa sentada a un lado de él. Abrió el sobre me dio la noticia, vi la nada y su esposa lo regaño y dijo: ´´Ayyy Fernando, no le digas así, dile la información completa´´, me imagino que él al igual que yo estábamos pasmados por la palabra, a los segundos agregaron que de todos los cánceres de tiroides tenía el menos agresivo y que es posible que se encontrara encapsulado dentro de un tumor que tenía exactamente en medio de mi tiroides, pero no se sabría hasta la cirugía.
Ahora que lo pienso, ni siquiera eso me dio calma, recuerdo haber llorado en la cama viendo a mi hijo que ahora es el mayor, pero que en ese momento era hijo único y tenía 4 años.